El Castillo de Edimburgo
La fortaleza que domina Escocia: historia y misterio en lo alto de una roca
El Castillo de Edimburgo se alza majestuoso sobre un promontorio rocoso de origen volcánico, dominando el horizonte de la capital escocesa desde hace más de 900 años. Esta imponente fortaleza ha sido testigo de algunos de los acontecimientos más significativos de la historia de Escocia: residencia real, prisión militar, arsenal y símbolo de resistencia nacional. Su silueta icónica, reconocible desde prácticamente cualquier punto de la ciudad, representa el corazón histórico de Edimburgo, siendo actualmente una de las atracciones turísticas más visitadas de toda Escocia.
¿Sabías que los escoceses perdieron su propio castillo más veces que una aguja en un pajar? La fortaleza ha cambiado de manos al menos 23 veces durante su turbulenta historia. Parece que en la Edad Media, tomar el Castillo de Edimburgo era como el pasatiempo nacional, solo que con más sangre y menos whisky.
De los pictos a los reyes escoceses: los orígenes de la fortaleza
El asentamiento humano en la roca donde hoy se encuentra el castillo se remonta al menos a la Edad del Hierro, con evidencias arqueológicas que sugieren la presencia de una comunidad picta en la cima de Castle Rock. Sin embargo, la primera mención documentada de una fortaleza en este lugar data del siglo XII, durante el reinado de David I, quien estableció allí una residencia real.
La capilla de Santa Margarita: joya románica
Entre las estructuras más antiguas que sobreviven en el complejo se encuentra la pequeña Capilla de Santa Margarita, un sencillo edificio románico del siglo XII dedicado a la reina Margarita de Escocia, quien fue canonizada en 1250. Esta diminuta capilla representa el edificio más antiguo de Edimburgo que se conserva intacto.
La pobre Margarita murió en 1093 apenas tres días después de enterarse de que su marido y su hijo mayor habían caído en batalla. Aparentemente las malas noticias viajaban despacio en la Edad Media, pero la muerte no. La capilla dedicada a ella es tan pequeña que parece un armario para escobas sagrado, pero hey, en aquellos tiempos cualquier estructura de piedra que no se derrumbara ya era un milagro arquitectónico.
Expansión y desarrollo bajo los Estuardo
Durante los siglos XIV y XV, bajo el gobierno de la dinastía Estuardo, el castillo experimentó importantes ampliaciones. El Gran Salón, encargado por Jacobo IV en 1511, representa una de las adiciones más significativas de este período. Este impresionante espacio, con su elaborado techo de vigas de madera, fue concebido como escenario para banquetes reales y ceremonias de estado.
El Castillo como objetivo militar: asedios y batallas
Debido a su importancia estratégica, el Castillo de Edimburgo ha sido objeto de numerosos asedios a lo largo de su historia. Quizás el más notable sea el “Lang Siege” (Asedio Largo) de 1571-1573, durante el cual los partidarios de María Estuardo resistieron durante dos años antes de rendirse a las fuerzas leales a su hijo, Jacobo VI.
El asedio de 1573: innovación militar
El asedio de 1573 destaca en los anales militares por la utilización de una nueva generación de artillería. William Drury, al mando de las fuerzas inglesas que apoyaban a los sitiadores, trajo consigo cañones de asedio más potentes, incluyendo un modelo conocido como “Mons Meg”, capaz de disparar proyectiles de 150 kg a distancias considerables.
Imagina la escena: después de resistir durante dos años, los defensores del castillo probablemente ya estaban comiendo ratas y cuero hervido cuando llegaron estos enormes cañones ingleses. El comandante inglés, Drury, básicamente les dijo: “Mirad lo que me he traído de Londres, chavales”. La respuesta de los escoceses fue aún más escocesa: “Que os jodan a vosotros y a vuestros cañones”. Menos de dos semanas después, con los muros convertidos en escombros, salieron con la cola entre las piernas. Moraleja: nunca subestimes a un inglés con artillería nueva.
Las Joyas de la Corona Escocesa: un tesoro escondido
Las Joyas de la Corona escocesas, conocidas como “Los Honores de Escocia”, representan uno de los tesoros más valiosos albergados en el castillo. Este conjunto, que incluye la corona, el cetro y la espada de estado, se utilizaron por primera vez juntos en la coronación de María Estuardo en 1543.
El ocultamiento durante la Commonwealth
Tras la unión de las coronas en 1603, y especialmente durante el período del Commonwealth bajo Oliver Cromwell (1649-1660), las joyas fueron escondidas para evitar su destrucción. Permanecieron ocultas primero en el Castillo de Dunnottar y luego fueron enterradas bajo la iglesia de Old Kirk en Kinneff.
Lo que no te cuentan en los folletos turísticos es que las joyas estuvieron “perdidas” durante casi un siglo porque, literalmente, todo el mundo se olvidó de dónde las habían metido. Sí, el símbolo máximo de la monarquía escocesa estuvo abandonado en un arcón polvoriento hasta 1818, cuando Sir Walter Scott organizó una expedición de “búsqueda del tesoro” en los sótanos del castillo. Una versión escocesa de Indiana Jones, pero con más gaitas y menos serpientes. Y todo porque alguien no puso una etiqueta que dijera “Joyas de la Corona: No tirar”.
Prisiones y prisioneros: el lado oscuro del castillo
A lo largo de los siglos, el Castillo de Edimburgo ha servido como prisión para diversos tipos de cautivos, desde prisioneros de guerra hasta disidentes políticos.
Las mazmorras y sus ocupantes
Durante las guerras jacobitas y posteriormente, en los conflictos con Francia y América, las mazmorras del castillo albergaron a cientos de prisioneros en condiciones extremadamente duras. Las inscripciones dejadas por algunos de estos prisioneros aún pueden verse en las paredes, testimonio silencioso de su sufrimiento.
Las cárceles del Castillo de Edimburgo eran tan “acogedoras” que muchos prisioneros preferían lanzarse desde los acantilados antes que pasar otro día allí. Y no los culpo: compartir celda con 40 tipos que no se habían bañado desde la coronación del último rey, con una dieta a base de gachas rancias y agua estancada, convertiría a cualquiera en un aspirante a paracaidista. Los guardias solían apostar sobre cuántos saltarían cada mes. Un entretenimiento tan escocés como tacaño.
El “One O’Clock Gun”: tradición nacida de la necesidad
Desde 1861, un cañón se dispara diariamente (excepto domingos, Viernes Santo y Navidad) a la una de la tarde desde las murallas del castillo. Esta tradición comenzó como una señal horaria para los barcos anclados en el Firth of Forth, permitiéndoles ajustar sus cronómetros marinos con precisión.
El Castillo en tiempo de guerra: del siglo XVIII al XX
Durante las guerras mundiales, el Castillo de Edimburgo recuperó parte de su función militar original. En la Primera Guerra Mundial, las bóvedas bajo la Plaza de Armas se utilizaron como fábrica de municiones, mientras que durante la Segunda Guerra Mundial, las joyas de la corona fueron nuevamente ocultadas por temor a un ataque alemán.
Los túneles secretos y sus leyendas
Existen numerosas leyendas sobre túneles secretos que conectarían el castillo con diversos puntos de la ciudad, como el Palacio de Holyrood. Aunque muchas de estas historias carecen de base histórica, investigaciones arqueológicas recientes han descubierto pasajes subterráneos cuya función exacta sigue siendo objeto de debate.
Mi teoría es que esos supuestos “túneles secretos” eran en realidad una red de escapadas para monarcas que querían visitar tabernas sin que nadie los reconociera. Imagina a Jacobo IV escabulléndose a medianoche: “Solo voy a inspeccionar las defensas del reino en aquella taberna donde sirven esa hidromiel tan buena”. Y al día siguiente, con resaca real: “Los ingleses han envenenado al rey, convocad al médico real”. Clásico comportamiento de monarca del siglo XVI.
El castillo como símbolo nacional: identidad y turismo
En los últimos dos siglos, el Castillo de Edimburgo ha trascendido su función militar para convertirse en un potente símbolo de la identidad nacional escocesa. Su imagen aparece en innumerables representaciones pictóricas, literarias y populares de Escocia.
El Military Tattoo: espectáculo internacional
Desde 1950, la explanada del castillo acoge anualmente el Edinburgh Military Tattoo, un espectacular desfile militar con música y danzas tradicionales que atrae a visitantes de todo el mundo. Este evento, que coincide con el Festival de Edimburgo, ha contribuido enormemente a la proyección internacional del castillo.
El Military Tattoo es básicamente lo que ocurre cuando los escoceses deciden que necesitan más turismo: hombres con faldas soplando en bolsas mientras marchan en perfecta formación. Y funciona de maravilla. Cada año, miles de turistas pagan precios astronómicos para sentarse en gradas incómodas, generalmente bajo lluvia horizontal, para ver este espectáculo. Todo mientras los vendedores locales se frotan las manos pensando en cuántos llaveros con forma de gaita van a colocar ese día. Genio puro del marketing escocés.
El guardián de los fantasmas: fenómenos paranormales
El gaitero fantasma y otros espectros
Entre las apariciones más famosas se encuentra el fantasma de un gaitero que, según la leyenda, fue enviado a explorar los túneles bajo el castillo y nunca regresó, aunque el sonido de su gaita seguía escuchándose. Otros visitantes han reportado encuentros con el fantasma de un tambor sin cabeza y el espíritu de un perro que deambula por el cementerio canino.
Los fantasmas del Castillo de Edimburgo son tan escoceses que incluso después de muertos siguen siendo tacaños con su presencia: aparecen justo lo suficiente para mantener viva la industria turística, pero nunca tanto como para que alguien pueda grabarlos decentemente. El fantasma del gaitero es especialmente astuto: hace ruido pero nunca da la cara, como un vecino molesto del más allá. Y el perro fantasma del cementerio canino… ¿en serio? Me pregunto si persigue gatos fantasma o ladra a carteros espectrales.
Conclusión: piedra, historia y leyenda entrelazadas
El Castillo de Edimburgo permanece, después de casi un milenio, como testimonio pétreo de la turbulenta historia de Escocia. Desde su función como fortaleza defensiva hasta su actual papel como atracción turística y símbolo nacional, este monumento ha sabido reinventarse a través de los siglos, adaptándose a las cambiantes circunstancias históricas sin perder un ápice de su majestuosidad.
Los visitantes que hoy recorren sus patios empedrados y exploran sus salones históricos participan en una experiencia que trasciende el simple turismo: caminan por los mismos espacios donde se forjó la identidad de una nación, donde reyes y reinas tomaron decisiones que cambiarían el curso de la historia y donde generaciones de escoceses han depositado parte de su orgullo nacional.
Tanto si eres un apasionado de la historia militar, un entusiasta de la arquitectura medieval o simplemente un viajero curioso, el Castillo de Edimburgo tiene algo que ofrecerte. Y para aquellos interesados en profundizar en los fascinantes relatos que encierran sus antiguos muros, la historia del arte tiene mucho más que contar.
Preguntas frecuentes sobre el Castillo de Edimburgo
¿Cuál es la mejor época para visitar el Castillo de Edimburgo?
La primavera (abril-junio) y el otoño (septiembre-octubre) ofrecen el mejor equilibrio entre clima y afluencia de visitantes. Si deseas experimentar el Military Tattoo, debes visitar durante agosto, pero ten en cuenta que es temporada alta y deberás reservar con mucha antelación.
¿Cuánto tiempo se necesita para visitar completamente el Castillo de Edimburgo?
Se recomienda dedicar entre 2 y 3 horas para una visita completa que incluya las principales atracciones como las Joyas de la Corona, la Piedra del Destino, la Capilla de Santa Margarita, el Gran Salón y los museos militares.
¿Qué son “Los Honores de Escocia”?
Los Honores de Escocia son las Joyas de la Corona escocesa. El conjunto incluye la corona (datada del 1540), el cetro (regalo del Papa Alejandro VI a Jacobo IV) y la espada de estado (regalo del Papa Julio II). Son las regalia más antiguas de las Islas Británicas y están expuestas permanentemente en el castillo.
¿Qué es el disparo del cañón de la 1 en punto?
El “One O’Clock Gun” es una tradición que comenzó en 1861 para proporcionar una señal horaria visual y sonora a los barcos en el puerto de Leith. Se dispara todos los días (excepto domingos, Viernes Santo y Navidad) exactamente a la 1:00 PM desde la batería Mills Mount del castillo.
¿Está realmente embrujado el Castillo de Edimburgo?
El castillo es considerado uno de los lugares más embrujados de Escocia, con numerosos avistamientos reportados durante siglos. Entre los fantasmas más famosos se encuentran un gaitero sin cabeza, el espectro de Lady Janet Douglas (quemada por brujería), el tambor fantasma y varios soldados de diferentes épocas. En 2001, se realizó una investigación paranormal oficial que reportó actividad inexplicable.
¿Qué es la Piedra del Destino y por qué es importante?
La Piedra del Destino (o Piedra de Scone) es un bloque de arenisca utilizado durante siglos en las coronaciones de los monarcas escoceses. Eduardo I de Inglaterra la tomó como botín de guerra en 1296. Permaneció en la Abadía de Westminster hasta 1996, cuando fue devuelta oficialmente a Escocia y ahora se exhibe en el Castillo de Edimburgo junto a las Joyas de la Corona.
¿Quién construyó originalmente el Castillo de Edimburgo?
No se sabe con certeza quién construyó la primera fortificación en Castle Rock. La primera mención documentada de un castillo data del reinado de David I en el siglo XII, aunque hay evidencias arqueológicas de asentamientos anteriores desde la Edad del Hierro. La mayoría de las estructuras actuales datan de los siglos XVI al XIX.
¿Cuántas veces ha sido atacado el Castillo de Edimburgo?
El castillo ha sido sitiado al menos 23 veces a lo largo de su historia, lo que lo convierte en uno de los lugares más asediados de Gran Bretaña. Los ataques más significativos ocurrieron durante las Guerras de Independencia escocesas, el “Lang Siege” (1571-1573) y las Rebeliones Jacobitas.
¿Qué es el Edinburgh Military Tattoo?
El Edinburgh Military Tattoo es un espectáculo internacional de música militar que se celebra anualmente en agosto en la explanada del castillo, coincidiendo con el Festival de Edimburgo. Participan bandas militares y grupos de danza de todo el mundo, con gaitas escocesas, tambores y representaciones culturales. Se inició en 1950 y atrae a más de 220,000 espectadores cada año.
¿Cómo llegaron las Joyas de la Corona escocesa a estar perdidas durante casi un siglo?
Tras el Tratado de Unión de 1707, las Joyas de la Corona fueron guardadas en un baúl cerrado en una sala del castillo y gradualmente olvidadas. Durante las amenazas napoleónicas, Walter Scott obtuvo permiso real para buscarlas en 1818, hallándolas en el mismo baúl donde habían permanecido durante 111 años. Desde entonces, han estado en exhibición pública con breves interrupciones durante la Segunda Guerra Mundial.