Cómo el éxtasis de Santa Teresa de Bernini te hace sentir el amor divino
¿Te imaginas sentir el amor de Dios en tu corazón? ¿Te gustaría experimentar una sensación tan intensa y sublime que te haga olvidar de todo lo demás? ¿Quieres conocer una de las obras de arte más impresionantes y conmovedoras de la historia?
Si tu respuesta es sí, entonces tienes que ver el éxtasis de Santa Teresa de Bernini, una escultura que representa el momento en que la santa recibe la visita de un ángel que le traspasa el corazón con una flecha de oro. Esta obra es una de las cumbres del arte barroco, un estilo que se caracteriza por el movimiento, el dramatismo y la expresividad.
En este artículo, te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre esta obra maestra, desde su contexto histórico y artístico, hasta su análisis técnico e iconográfico. Te voy a mostrar cómo Bernini logró crear una escena tan realista y emotiva que te hará sentir el éxtasis de Santa Teresa. Y te voy a revelar algunos secretos y curiosidades que esconden esta escultura y su entorno.
¿Estás preparado para vivir una experiencia única? Entonces, sigue leyendo y déjate llevar por el arte de Bernini.
Una obra nacida en el siglo de oro italiano
Para entender el significado y la importancia del éxtasis de Santa Teresa de Bernini, tenemos que situarnos en el contexto histórico y cultural en el que se creó. Estamos en el siglo XVII, una época de grandes cambios políticos, sociales y religiosos en Europa.
Por un lado, tenemos la Contrarreforma, el movimiento impulsado por la Iglesia Católica para hacer frente al protestantismo y recuperar su influencia y prestigio. La Iglesia encargó a los artistas obras que mostraran la grandeza y la belleza de la fe católica, que inspiraran a los fieles y que combatieran la herejía.
Por otro lado, tenemos el auge de las monarquías absolutas, que se consolidaron como los poderes dominantes en el continente. Los reyes y los nobles se rodearon de lujo y esplendor, y utilizaron el arte como una forma de propaganda y de legitimación de su autoridad.
En este contexto, Italia fue el escenario de una efervescencia artística sin precedentes, especialmente en Roma, donde se concentraron los mejores artistas de la época. Entre ellos, destacó Gian Lorenzo Bernini, el genio del barroco italiano.
Gian Lorenzo Bernini: el escultor que revolucionó el arte
Gian Lorenzo Bernini nació en Nápoles en 1598, pero se trasladó a Roma con su padre, también escultor, cuando tenía solo siete años. Allí, pronto demostró su talento y su capacidad para trabajar el mármol con una maestría extraordinaria.
Bernini fue un artista polifacético, que se dedicó a la escultura, la pintura, la arquitectura y el urbanismo. Su obra abarca desde retratos y bustos, hasta fuentes y monumentos, pasando por capillas y palacios. Su estilo se caracteriza por el dinamismo, el realismo y la teatralidad, que buscaban crear un efecto de sorpresa y admiración en el espectador.
Bernini trabajó al servicio de ocho papas, que le encargaron numerosas obras para embellecer y renovar la ciudad de Roma. Entre ellas, destacan la Plaza de San Pedro, la Fuente de los Cuatro Ríos, el Baldaquino de San Pedro y el Puente de Sant’Angelo.
Pero, sin duda, una de sus obras más famosas y emblemáticas es el éxtasis de Santa Teresa, que realizó entre 1647 y 1652 para la capilla Cornaro de la iglesia de Santa María de la Victoria.
Obra maestra de la técnica escultórica
El éxtasis de Santa Teresa de Bernini es una escultura de mármol de tamaño natural que representa una escena narrada por la propia santa en su libro “Vida”. En él, cuenta cómo un ángel le apareció varias veces y le traspasó el corazón con una flecha de oro, provocándole un dolor y un placer tan intensos que la dejaban sin aliento.
Bernini plasmó esta escena con una maestría técnica asombrosa, que se aprecia en los detalles y en el movimiento de las figuras. La santa aparece recostada sobre una nube, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, expresando una mezcla de dolor y gozo. Su cuerpo y su vestido se curvan y se pliegan, creando un efecto de fluidez y ligereza. El ángel, por su parte, está de pie junto a ella, sosteniendo la flecha con una sonrisa pícara. Su rostro y su vestimenta contrastan con los de la santa, mostrando una mayor juventud y elegancia.
La escultura está situada en el centro de la capilla, dentro de un nicho iluminado por una ventana oculta que crea un juego de luces y sombras. A ambos lados, hay dos balcones con esculturas de mármol que representan a los miembros de la familia Cornaro, los mecenas de la obra. Estos personajes parecen estar observando y comentando la escena, como si fueran espectadores de una obra de teatro.
El conjunto crea una sensación de inmersión y de participación, que invita al espectador a entrar en la capilla y a contemplar la obra desde diferentes ángulos. Bernini consiguió así crear una obra de arte total, que integra la escultura, la arquitectura, la pintura y la luz.
Una obra cargada de simbolismo y de emoción
El éxtasis de Santa Teresa de Bernini no solo es una obra maestra de la técnica escultórica, sino también una obra cargada de simbolismo y de emoción. La obra refleja la espiritualidad y la mística del barroco, que buscaban transmitir la presencia y el amor de Dios a través de las experiencias sensoriales y afectivas.
El éxtasis de Santa Teresa: una metáfora del amor divino
El éxtasis de Santa Teresa es una metáfora del amor divino, que se manifiesta como una unión mística entre el alma y Dios. La santa describe esta unión como un fuego que le quema y le llena de dulzura, que le hace sentir una alegría tan grande que le hace perder el sentido. La flecha que le atraviesa el corazón simboliza la gracia divina, que le purifica y le transforma.
La obra de Bernini expresa esta metáfora con una gran fuerza y belleza, que conmueve al espectador. La santa parece estar suspendida en el aire, en un estado de éxtasis que la aísla de todo lo terrenal. Su rostro y su gesto revelan una intensidad y una pasión que trascienden lo humano. El ángel, por su parte, parece ser el mensajero y el instrumento de Dios, que le comunica su amor con una delicadeza y una ternura que contrastan con la violencia del acto.
Alegoría de la Iglesia triunfante
El éxtasis de Santa Teresa también es una alegoría de la Iglesia triunfante, que se impone sobre las fuerzas del mal y de la herejía. La obra se enmarca en el contexto de la Contrarreforma, que buscaba reafirmar la doctrina y la autoridad de la Iglesia Católica frente al protestantismo y al racionalismo.
La obra de Bernini muestra la victoria de la Iglesia a través de la figura de Santa Teresa, una de las santas más importantes y veneradas de la época. Santa Teresa fue una reformadora de la orden de las Carmelitas, que fundó numerosos conventos y escribió obras de gran valor teológico y literario. Su vida y su obra fueron un ejemplo de santidad y de ortodoxia, que le valieron la canonización y el título de doctora de la Iglesia.
La obra de Bernini exalta la figura de Santa Teresa como una heroína de la fe, que recibe el favor y la recompensa de Dios. La santa aparece elevada sobre el altar, rodeada de ángeles y de rayos de luz, que simbolizan su gloria y su poder. El ángel que le traspasa el corazón representa la confirmación de su santidad y de su misión. La escena se convierte así en una imagen de la Iglesia triunfante, que se nutre de la gracia divina y que ilumina al mundo.
Obra que esconde secretos y curiosidades
El éxtasis de Santa Teresa de Bernini es una obra que esconde secretos y curiosidades que la hacen aún más fascinante y misteriosa. Algunos de estos secretos y curiosidades son los siguientes:
Polémica y controversia
El éxtasis de Santa Teresa es una obra que ha generado polémica y controversia por su interpretación y su valoración. Algunos críticos han señalado que la obra tiene un carácter erótico y sensual, que desvirtúa el sentido religioso y místico de la escena. Otros, en cambio, han defendido que la obra es una expresión sublime y trascendente del amor divino, que no se puede reducir a una lectura carnal y profana.
La polémica se ha acentuado por el hecho de que la obra se inspira en una santa que fue una de las más castas y austeras de la historia, que renunció a todo placer terrenal y que practicó la penitencia y el ayuno. Además, la obra se sitúa en una capilla que pertenecía a una familia noble y poderosa, que tenía fama de ser corrupta y libertina.
La obra, por tanto, plantea un contraste y una tensión entre lo sagrado y lo profano, entre el espíritu y la carne, entre el cielo y la tierra, que ha dado lugar a múltiples interpretaciones y debates.
Réplica en Madrid
El éxtasis de Santa Teresa es una obra que tiene una réplica en Madrid, que se puede ver en la iglesia de San José, en la calle Alcalá. Esta réplica fue realizada por el escultor español José de Mora, que fue discípulo de Bernini y que trabajó en Roma junto a él.
La réplica es muy fiel al original, aunque tiene algunas diferencias. Por ejemplo, la santa tiene el rostro más alargado y el ángel tiene el cabello más corto. Además, la réplica está situada en un altar más sencillo y menos decorado que el de Roma.
La réplica fue encargada por el marqués de Villena, que era el embajador de España en Roma y que quedó impresionado por la obra de Bernini. El marqués quiso traer la obra a Madrid, pero el papa le negó el permiso. Entonces, le pidió a José de Mora que hiciera una copia, que fue enviada a España en 1671.
Inspiración a otros artistas
El éxtasis de Santa Teresa es una obra que ha inspirado a otros artistas, que han tomado como referencia su estilo, su temática o su simbolismo. Algunos ejemplos de estos artistas son los siguientes:
- Salvador Dalí: el pintor surrealista realizó una obra titulada “El éxtasis de Santa Teresa”, que es una reinterpretación irónica y provocadora de la obra de Bernini. En ella, la santa aparece con una bomba atómica en el pecho, que simboliza la destrucción y el horror de la guerra.
- Manolo Valdés: el pintor y escultor español realizó una obra titulada “El éxtasis de Santa Teresa”, que es una versión abstracta y minimalista de la obra de Bernini. En ella, la santa y el ángel se reducen a unas formas geométricas de metal, que crean un contraste entre lo frío y lo cálido, lo duro y lo blando, lo estático y lo dinámico.
- Francis Bacon: el pintor británico realizó una serie de obras tituladas “Estudio para el retrato del Papa Inocencio X”, que son una reinterpretación expresionista y angustiosa del retrato que Velázquez hizo del papa. En estas obras, Bacon incorporó elementos inspirados en el éxtasis de Santa Teresa, como la flecha, el nicho y la cortina, que crean un efecto de violencia y de tortura.
Conclusión sobre El éxtasis de Santa Teresa de Bernini
El éxtasis de Santa Teresa de Bernini es una obra que te hace sentir el amor divino, que te conmueve y te impresiona, que te invita a reflexionar y a admirar. Es una obra que combina la técnica, el simbolismo y la emoción, que integra el arte y la fe, que muestra la genialidad y la sensibilidad de Bernini.
Si quieres vivir una experiencia única, te recomiendo que visites la capilla Cornaro de la iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma, y que contemples el éxtasis de Santa Teresa de Bernini. Te aseguro que no te dejará indiferente.
Espero que te haya gustado este artículo y que te haya servido para conocer mejor el éxtasis de Santa Teresa de Bernini, una de las obras más bellas y emocionantes de la historia del arte. Si te ha gustado, compártelo con tus amigos y déjame un comentario con tu opinión. Y si quieres leer más artículos sobre arte y cultura, suscríbete a mi blog y recibe las novedades en tu correo.
Gracias por leerme y hasta la próxima.